En la actualidad, es impensable llevar a cabo cualquier actividad, ya sea en el ámbito industrial o doméstico, sin la influencia directa o indirecta de la electricidad. Si bien la electricidad impulsa el progreso y el bienestar, también conlleva riesgos para las personas y sus posesiones si no se maneja adecuadamente. En este artículo, presentaremos un enfoque sobre medidas preventivas en torno a los riesgos eléctricos más comunes en el entorno laboral, con el objetivo de salvaguardar a los trabajadores contra tales riesgos.

Medidas preventivas para garantizar la seguridad eléctrica:

Comprobación de tensión antes de comenzar: Antes de emprender cualquier tarea en baja tensión, se debe asumir que los cables están cargados. Es esencial verificar la ausencia de tensión mediante un verificador antes de cualquier manipulación.

Formación y autorización necesarias: No se deben realizar labores en instalaciones eléctricas sin la capacitación y aprobación requeridas para tal fin.

Utilización de equipos de protección personal: Es fundamental incrementar la resistencia del cuerpo a la corriente eléctrica utilizando equipos de protección personal adecuados, como guantes dieléctricos, cascos, calzado con suela de goma aislante, etc.

Precauciones en condiciones de humedad: En situaciones de lluvia o humedad, se debe evitar el uso de dispositivos eléctricos, especialmente cuando los cables atraviesan charcos o cuando hay contacto con agua.

Garantizar condiciones óptimas en ambientes húmedos: En entornos húmedos, es necesario confirmar que todos los componentes de la instalación cumplen con los requisitos de uso en estas circunstancias.

Evitar reparaciones provisionales: Las reparaciones temporales deben ser evitadas. Los cables dañados deben ser reemplazados por nuevos, y las revisiones regulares deben realizarse para reemplazar componentes deteriorados.

Doble aislamiento en máquinas portátiles: Toda máquina portátil eléctrica debe contar con sistemas de protección, siendo el doble aislamiento el más común.

Herramientas manuales seguras: Las herramientas manuales deben estar protegidas contra descargas eléctricas y libres de sustancias resbaladizas.

Evitar adaptadores sobrecargados: No deben utilizarse adaptadores de enchufes ("ladrones") que sobrecarguen la instalación, ni cables o clavijas dañados.

Protección de cables en el suelo: Los cables eléctricos deben estar resguardados mediante canalizaciones de caucho o plástico, especialmente si se encuentran en áreas de tráfico o trabajo.

Mantenimiento regular: Todas las instalaciones deben mantenerse en buen estado y someterse a revisiones periódicas.

No manipular sistemas de seguridad: Los sistemas de seguridad en las instalaciones eléctricas no deben ser alterados, ya que esto anularía su función protectora.

Conclusión:

La electricidad es una herramienta esencial en el ámbito laboral, pero también presenta riesgos significativos. Al seguir estas medidas preventivas, las empresas pueden garantizar un entorno de trabajo seguro y protegido contra los riesgos eléctricos más comunes.